Cueva del Castañar

La Cueva de Castañar, descubierta en 1967 por un vecino que realizaba labores agrícolas, es uno de los geositios (lugares de interés geológico) más destacados del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara. En 1997 fue declarada Monumento Natural de Extremadura para proteger un ambiente de gran fragilidad que solo puede verse bajo un estricto régimen de visitas.

En el interior de esta cavidad kárstica de espectacular belleza, es posible ver cristalizaciones de calcita y aragonito que se combinan con estructuras mayores como columnas, estalacticas o estalagmitas. Sorprenden las formas delicadas y finas, y los tonos rojizos y oscuros de las pizarras y las arcillas que las rodean.

Como destacan los expertos del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, la gran variedad de formas de los espeleotemas (coladas, banderas o cortinas, varillas, estalacticas, estalagmitas, columnas, flores de aragonito, moonmilk o leche de luna…) y su minerología (aragonito, dolomita, huntita, magnesita, hidromagnesita y sepiolita) hacen de la Cueva de Castañar una cavidad kárstica única en el mundo.

Las autoridades establecen el periodo de visitas desde el 1 de mayo al 30 de septiembre. Para inscribirse es necesario enviar un correo electrónico a cueva.castanar@juntaex.es. Las solicitudes serán aceptadas a partir del 1 de abril de cada año.

Medio Ambiente avisa que la cavidad es cálida y con una humedad elevada, por lo que la visita requiere una exigencia física de tipo medio y excluyente para personas con problemas cardíacos, respiratorios o de cualquier otro incompatible con una actividad en estos entornos. Por ello, las edades de los visitantes estarán comprendidas entre los 16 y 65 años (los de 16 y 17 irán acompañados de un adulto).

Como alternativa, es muy interesante la visita al Centro de Interpretación. Dispone de reproducciones de los espeleotemas más característicos, una visita virtual a la cueva mediante una proyección 3D y paneles de interpretación de todos sus elementos geológicos.