Aceuchal

Entre Villalba y Almendralejo, sobre llanas tierras arcillosas de color rojizo rodeadas de acebuches, se encuentra Aceuchal, sin duda un enclave de los más representativos de su comarca: Tierra de Barros. Se cree que el rey Alfonso XI fundó esta localidad, que perteneció a la orden del Temple, pero fueron los Reyes Católicos quienes le otorgaron el título de villa. 

Justo en el punto en el que se levanta el pueblo, confluyen una serie de corrientes de agua al norte del pueblo, que se unen en la llamada de Cien Arroyos. En esta zona proliferan formaciones rocosas de formas extrañas, como la del Librito, Camita del Señor o La Cocina. 

Aceuchal también es tierra de pozos y fuentes. No dejes de ver el de La Abundancia, de Abajo, de Zarza, del Buen Hombre, de Leoncio, La Pocilla, Las Alberquitas y, por supuesto, el Pozo del Garbanzo y las conocidas como Casas Moras. 

Cuando pasees por el pueblo, visita la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol, miscelánea de los estilos gótico, renacentista y barroco. Una torre con aspecto de fortaleza se sitúa a sus pies.

También puede resultarte interesante visitar el único ejemplo de construcción monacal que queda en la localidad: el que fuera convento de las Religiosas Dominicanas con el título de Nuestra Señora de los Remedios. Además, guarda una muestra retablística de los siglos XVII y XVIII de indudable interés, junto con otras piezas artísticas como la azulejería hispalense del siglo XVII.

Seguro que te llama la atención la estatua del ajero, realizada en bronce por Fulgencio León Manchego. Y es que el ajo es el producto típico de Aceuchal, de ahí que a sus paisanos se los llame popularmente "piporros".

No abandones estas tierras sin degustar la sopa de Antruejo, con su cerdo y su caldo con ajos machacados, o uno de los dulces más típicos del pueblo: la leche frita al estilo Aceuchal. 

Y si por casualidad pasas por allí el 3 de mayo, recuerda que celebran Las Cruces, fiesta en la que cada año los vecinos de Aceuchal engalanan sus balcones con cruces de flores y abalorios y en la que se representa "La Entrega", un auto sacramental sobre Santa Elena, madre del emperador romano Constantino.